martes, 30 de marzo de 2010

Europa 451: actualidad europea


Uno de los problemas más acuciantes del proceso de construcción europea es, probablemente, la ausencia de opinión pública europea. Sin embargo, resulta más que razonable que los ciudadanos europeos carezcan de una opinión medianamente formada sobre lo que pasa en Europa si tenemos en cuenta que, salvo en contadas ocasiones, cuando se aborda en los medios algún asunto de actualidad europea se hace simpre desde una perspectiva nacional. Para comprobarlo basta abrir los periódicos del día cada mañana.
Hace algunos meses, un pequeño grupo de periodistas curtidos desde hace años en el periodismo bruselense pusieron en marcha Europa451, donde es posible obtener información de lo que se está cociendo en el eje Bruselas-Estrasburgo-Luxemburgo desde una óptica europea.
Es una página que, no por su sencillez, resulta menos recomendable. Darle un vistazo de vez en cuando garantiza estar informado de lo que pasa en Europa y ayuda a comprender los movimientos producidos en Bruselas que, en ocasiones, observamos y que por falta de elementos de juicio no acabamos de entender.
En definitiva y en una época en que la crisis de los medios provoca que la información que consumimos sea cada vez de peor calidad, esta página es un lujo que ningún europeísta convencido debería desdeñar.

martes, 16 de marzo de 2010

Lady Absence


No hace ni tres meses de la elección de la flamante nueva cabeza de la diplomacia europea y Lady Ashton ya es ¿conocida? más por sus ausencias que por su presencia en los escenarios clave de la escena internacional.
No sería justo dejar de mencionar que a priori la Sra. Ashton no lo tenía todo de cara. Más bien fue al contrario. Desde el primer momento, por buena parte de los medios de comunicación y los think tanks europeos se cuestionó sus capacidades para operar en un campo en el que carece de experiencia, y este cuestionamiento se incrementó, probablemente de manera interesada en muchos casos, tras someterse al examen del Parlamento Europeo.
Sin embargo, la Sra. Ashto no ha hecho sino dar munición a aquellos que la critican. La anunciada ausencia del Presidente Obama en la Cumbre UE/EEUU no ha sido un buen presagio. Tampoco se la ha visto por Haití, pese a que hace algunas semanas la actualidad internacional se centraba en este paupérrimo país. Ni siquiera apareció en la cumbre celebrada en Granada entre la UE y Marruecos alegando "problemas de agenda", ni participó en el acto fundación de la Unión por el Mediterráneo en Barcelona hace algunos días.
Como ya más de uno bromea, Lady Ashton "brilla por su ausencia". Lo problemático es que con ella, se ausenta también el peso de la UE en la escena internacional, tirando por la borda el mágnifico trabajo realizado por JAvier Solana durante los últimos años con pocos medios pero muchas ganas de estar presente allá donde se cociera algo de la escena internacional.

lunes, 1 de marzo de 2010

Objetivos comunes, ejército común


La semana pasada la Ministra de Defensa, Carme Chacón, propuso en una cumbre informal de ministros de defensa europeos la creación de un ejército europeo.
La cuestión tiene más miga de la que puede parecer. En primer lugar toma como punto de partida que los objetivos de defensa de los estados europeos debe ser común. Para darse cuenta de la importancia de este elemento basta recordar que la IIª Guerra Mundial enfrentó precisamente a las principales potencias europeas. La consagración de unas fuerzas armadas europeas haría cada vez más complicado que las potencias europeas marcaran objetivos de su política de defensa claramente contrapuestos puesto que compartían los mismos instrumentos.
Por otro lado, existe un argumento a favor del ejercito europeo que, no por evidente, debe ser obviado. Un ejército en el que participan 27 países tiene mayor capacidad operativa que el que puedan tener las fuerzas armadas de cualquiera de los Estados de la Unión.
Asimismo, el gasto militar sería más eficiente y, por tanto, podría reducirse el gasto en defensa por ciudadano sin disminuir la seguridad, puesto que no sería necesario duplicar estructuras en cada Estado.
También hay que pensar que la colaboración en tecnología de defensa posibilitaría mayores avances en este campo, como ya han demostrados los proyectos actuales como el Eurofighter y el Eurocopter a través de la colaboración dentro del consorcio europeo EADS.
Pero sobre todo, hay una razón definitiva a favor de un ejército único europeo y éste es que posibilitaría la existencia de un ejército equiparable en su capacidad de acción al de los Estados Unidos de América pero sometido a los valores de la Unión.
Un ejército común para alcanzar los valores y objetivos comunes de la Unión: respeto a la dignidad humana, libertad, democracia, igualdad, Estado de Derecho y respeto de los derechos humanos.

martes, 23 de febrero de 2010

Conciencia de europeos

Hace pocos días me sucedió algo de lo más inesperado. Salía a media mañana para coger un taxi en medio de la Avenida Diagonal, de Barcelona, cuando inopinadamente me crucé con Dominique de Villepin, que en ese momento y lejos de lo que uno espera de alguien que estuvo cerca de ser Presidente de Francia, iba paseando tranquilamente acompañado de un hombre con el que charlaba animadamente, sin mayor boato.

Como la escena era de lo más inesperada y, bien pensado, estadísticamente poco probable, no me resistí a contarlo a varias personas de mi entorno. Al hacerlo pude comprobar que algunos de mis compañeros afirmaban que no le ponían cara, otros decían que su hombre les sonaba y el que más se aproximó mencionó que este señor había sido noticia hacía poco por "declarar en un juicio".

No pretendo establecer un juicio sobre su persona. Resulta un hecho objetivo que Villepin , con su brillante discurso ante el Consejo de Seguridad de la ONU como Ministro de Exteriores de Francia, se convirtió en 2003 en la referencia diplomática de la oposición de la ciudadanía europea a la invasión de Irak por parte de los EEUU. No deja tampoco de ser cierto que pocos años después y en el marco de su lucha de poder con Sarkozy para optar a la Presidencia de la República Francesa por la UMP, se vio envuelto en un turbio asunto de espionaje y manipulación política del que, tras ser juzgado, fue absuelto hace algunas semanas, pero que lo apartó de la carrera presidencial en favor de Sarkozy.

Lo que creo que debe llamar la atención es que, pese al papel principal que jugó en la oposición a la invasión de Irak y la inevitable que tuvo este asunto, la gente de mi alrededor tenía una muy vaga conciencia de quien es este señor.

Lo que creo que debe llamar la atención es que seguimos pensando en clave casi exclusivamente nacional, hasta el punto de permitirnos prescindir de los momentos y figuras que han protagonizado el primer plano de la política europea de los últimos años, incluso en el asunto más pasional de la última década. Es evidente que se hace necesario construir una conciencia común europea, a través de la existencia de una opinión pública europea.

lunes, 8 de febrero de 2010

El duro examen del Parlamento Europeo

Hace muchas años que escucho de manera más o menos cíclica que el Parlamento Europeo no sirve para nada, que no tiene competencias, que no decide nada, lo que me hace constatar el desconocimiento que existe al respecto.

Podría extenderme muchos párrafos con argumentos ya bastante manidos para argumentar lo importante que es el Parlamento Europeo, todo lo que influyen sus decisiones en nuestras vidas, etcétera. Pero no lo voy a hacer. Me limitaré a poner un ejemplo muy reciente que da muestra de hasta qué punto tiene capacidad de influir y cambiar las cosas.

Hace algunas semanas, el Presidente de la Comisión, Durao Barroso, propuso a sus candidatos para formar parte de la nueva Comisión. Primer punto a tener en cuenta, los "ministros" del Presidente de la Comisión los tiene que aprobar el Parlamento Europeo. ¿Se imagina a alguien que el Congreso tuviera que votar uno por uno la elección de cada Ministro designado por el Presidente del Gobierno? No es poca cosa.

Pues bien, la candidata a Comisaria de Ayuda Humanitaria, la búlgara Yeleva Rumiani, se sometió al examen previo del Parlamento Europeo, incluyendo horas de preguntas poniéndola a prueba. ¿Alguien se imagina a los diputados del Congreso examinando co detalle a cada uno de los candidatos a ministro? Sigamos.

Se podría pensar que todo ese proceso no es más que un trámite formal, pero en esto que se cuestiona a la Sra. Yeleva su aptitud por incompatibilidad con sus actividades empresariales y la fragilidad de curriculum para desempeñar el puesto. Y el cuestionamiento alcanza tal grado que la Sra. Yeleva se ve forzada a renunciar al cargo al que aspiraba. ¿ Es posible imaginarse algo así en nuestras democracias estatales?

A través de este mecanismo, el Parlamento que nos representa a todos los europeos evitó también que Buttiglione, un homófobo declarado, pudiera ser nombrado Comisario de Libertades Públicas, enmendándole la plana así a los Jefes de Estado y de Gobierno que habían pactado su nombramiento.

¿Todavía es posible que haya gente que piense que el Parlamento Europeo no vale para nada?